La salud bucodental y, por ende, nuestra salud en general, dependen de muchos factores, algunos los podemos controlar más y otros menos pero lo que está claro es que una actitud proactiva y positiva siempre ayuda a mantener nuestra salud en condiciones más idóneas.

Como primer ejemplo de esto que comentamos, nos podríamos centrar en el caso concreto de la alimentación: está en nuestras manos alimentarnos de una manera más óptima, con alimentos más sanos y saludables, decantándonos más por las frutas y verduras que por los dulces y otros alimentos azucarados que no le hacen ningún bien a nuestro organismo.

Nos centramos en los alimentos azucarados porque estos suelen perjudicar más nuestra salud bucodental pero hay otros alimentos que tomamos, de manera más o menos cotidiana, y que también pueden perjudicar en mayor medida a nuestros dientes, encías y boca en general. Por ejemplo, las bebidas alcohólicas, el café, el té, ciertos alimentos ácidos, algunas frutas deshidratadas, etcétera.

Está claro que seguir una actividad física regular es también esencial para mantener nuestra salud en unos índices óptimos, no obstante, hay que hacer una pequeña puntualización: se debe adaptar esta actividad a la edad de cada uno, no es lo mismo el ejercicio físico que puede/debe realizar una persona de 20 años que el de una persona de 60 años.

Puede ser casi tan malo un exceso de actividad física como la total ausencia de ella. Hay que trabajar nuestros músculos y estructuras óseas para prevenir la aparición de determinadas patologías y poder fortalecer nuestro cuerpo pero sin pasarse, de lo contrario podemos provocar reacciones adversas: roturas, sobrecargas y todo tipo de lesiones.

Si la actividad física es importante, no lo es menos la actividad mental. Mantener la mente activa y ocupada es siempre aconsejable, sobre todo a partir de ciertas edades en las que comenzamos a sufrir un lento pero inexorable deterioro de nuestra capacidad cerebral y del sistema nervioso, en general.

Leer a menudo en vez de ver tanta televisión, realizar cálculos matemáticos, sudokus, crucigramas, sopas de letras y los clásicos “pasatiempos” pueden ser una buena alternativa para mantener nuestra mente ágil y joven.

Del mismo modo, mantener una vida social activa puede ser una buena manera de sentirnos felices y plenos, manteniendo un buen estado de ánimo y ese optimismo que nos hace ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío, algo que redunda, indudablemente, en nuestra salud favorablemente.

Ya vemos que mantener una actitud inteligente es fundamental para envejecer mucho más saludablemente pero es que, además, al seguir este tipo de hábitos y rutinas saludables, estamos dando ejemplo a las generaciones que vienen detrás nuestra, es decir, a los más jóvenes.

Padres, madres, abuelos y abuelas pueden y deben contribuir a crear hábitos saludables en los más jóvenes, sobre todo cuando hablamos de periodos tan importantes para nuestros hijos y/o nietos como son la infancia y la adolescencia. Periodos de su vida en los que es muy importante que ellos y ellas dispongan de una figura ejemplar que les transmita esa pasión por la vida sana y ordenada que tanto bien puede hacerles en su día a día.

Esto se puede aplicar también al cuidado oral: si nuestros hijos/nietos, ven a sus mayores siguiendo unos correctos hábitos de higiene dental y bucal, es mucho más probable que ellos hagan lo mismo. Eso incluye el hecho de acudir periódicamente a revisiones con nuestro dentista de confianza para comprobar que todo está en “orden” y detectar cualquier problema en sus primeras fases.

Todo son ventajas cuando comienzas a cuidar de tu salud, lo mismo que ocurre cuando acudes a la Clínica Dental Cuadrado, tu dentista de confianza en Getafe y Móstoles. Estamos a tu entera disposición siempre que lo necesites, ven a vernos y te ayudaremos a recuperar esa bonita sonrisa.