Hay ciertas personas que padecen constantemente, o de manera puntual, la sensación de tener la boca seca y más ahora que estamos en verano y todavía “aprietan” los calores como resultado de las altas temperaturas que estamos experimentando.

Puede haber muchos factores que se encuentren detrás de este fenómeno pero, sin duda alguna, la falta de saliva o una incorrecta producción de esta por parte de nuestro organismo suelen ser, a menudo, las principales causas de esta incómoda situación que afecta a muchas más personas de lo que creemos.

Y es que la saliva es fundamental para poder realizar numerosos procesos vitales: este importante fluido interviene de manera directa en nuestro proceso digestivo, en la protección de nuestros dientes y las mucosas que recubren nuestra boca e, incluso, en nuestra capacidad de hablar y poder expresarnos correctamente.

¿Por qué sucede este fenómeno y cómo podemos evitarlo?

Al igual que otras partes de nuestro cuerpo, las glándulas salivales, es decir, las encargadas de producir saliva dentro de nuestra boca, tienden a funcionar peor con el paso de los años. La edad hace que produzcamos cada vez menos saliva y esto es lo que suele provocar esa molesta sensación de “boca seca”.

Hay personas en las que esta sequedad es mayor que en otras, de hecho, se sabe que dicho fenómeno se produce con más frecuencia en las mujeres que en los hombres, sobre todo después de experimentar el proceso conocido como “menopausia”. En algunos casos, los afectados sienten que su boca les arde y pueden llegar, incluso, a ocasionarse lesiones en sus comisuras labiales, lo que se conoce formalmente como “quelitis”.

No obstante, la edad no es la única causa de este “desorden” ya que existen, por ejemplo, numerosos medicamentos que afectan negativamente a nuestra producción natural de saliva, como, por ejemplo, la mayoría de los antidepresivos, antihipertensivos, etcétera. En este sentido, no está de más acudir a nuestro médico y/o dentista de confianza para obtener una valoración más concienzuda.

Consejos para evitar, dentro de lo posible, esta sequedad bucal

Además de algunos medicamentos, el alcohol y el tabaco también influyen negativamente en nuestra producción habitual de saliva, evítalos en la medida de lo posible ya que no son nada buenos para nuestra salud.

Sin duda alguna, la saliva está formada, en su mayoría, por agua, así que te recomendamos que bebas abundante agua (sin pasarse, claro está), sobre todo ahora que estamos en verano y el cuerpo tiende a deshidratarse más fácilmente.

Procura humedecer tu boca y labios cada cierto tiempo, ya sea bebiendo agua u otros líquidos o con la ayuda de tu propia lengua, obviamente sin llegar a ser exagerados ya que podría ser contraproducente.

Hay alimentos que nos ayudan a producir más saliva, estimulando, de alguna manera, nuestras glándulas salivares. En este sentido, se suele recomendar chupar ciertas semillas de fruta, como, por ejemplo, los huesos de las aceitunas o de las cerezas. Saborear caramelos sin azúcar o masticar otros alimentos duros pueden ser otra alternativa para incrementar nuestra producción de saliva.

En el mercado actual, existen ciertos productos destinados a aumentar nuestra salivación natural. Hablamos, por ejemplo, de ciertas pastas dentales, enjuagues, etcétera. Investiga al respecto o pregunta a tu dentista de confianza.

Clínica Dental Cuadrado, tu dentista de confianza en Móstoles y Getafe

Por último, pero no por ello menos importante, acude a tu dentista para que éste pueda diagnosticar correctamente tu problema y recibas el tratamiento adecuado, si ya sufres este desagradable fenómeno en tu boca.

En ese sentido, no olvides que cuentas con profesionales de primer nivel en la Clínica Dental Cuadrado, con centros especializados tanto en Móstoles como en Getafe (Madrid). Ponte en contacto con cualquiera de ellos y solicita cita con nuestros dentistas. Te ayudaremos a solucionar tu problema y recuperarás la salud pérdida. ¡Ese es nuestro compromiso!