Cada vez es más habitual encontrar personas que utilizan dentaduras postizas, sobre todo si estamos hablando de gente de la “tercera edad”, no obstante, no es raro tampoco ver a gente más joven que lleva este tipo de dentaduras.

Si bien es cierto que hay una serie de cambios que van a experimentar las personas que empiecen a utilizar este tipo de soluciones dentales y que conviene conocer para tenerlos en cuenta y actuar en consecuencia.

En la mayoría de casos hablamos de simples percepciones y no se trata de nada serio, no obstante, conviene tomar buena nota y estar informado para evitar sorpresas y sustos.

Adaptándote a tu nueva dentadura

Como todo lo nuevo, la dentadura postiza produce una sensación extraña en el paciente al principio, cuando está empezando a llevarla por primera vez y trata de acostumbrarse a ella, esto es completamente normal y entendible.

Algo tan habitual como comer o hablar puede resultarle diferente al paciente que “estrena” dentadura, de hecho, en el caso concreto de comer, hay que tener cierto cuidado porque el llevar una dentadura postiza puede dificultar nuestra percepción de la temperatura que tienen los alimentos o bebidas que ingerimos.

Es decir, puede interferir a la hora de notar si están muy calientes o muy fríos, o incluso de no percibir si hemos mordido algo excesivamente duro cuando estamos masticando los alimentos. En este sentido, hay que estar muy atento los primeros días hasta que le pillemos el “truco”.

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