Si queremos hablar de “sarro”, tenemos que hacerlo también de placa bacteriana ya que ambos están completamente relacionados, de hecho, el sarro no es otra cosa que placa bacteriana endurecida sobre nuestros dientes.

La placa bacteriana, a su vez, es una película transparente que puede aparecer en las distintas piezas dentales que forman parte de nuestra dentadura y que se produce a partir de restos de alimentos que hemos ingerido previamente pero que no han sido limpiados adecuadamente.

A esta película, compuesta principalmente por restos de alimentos y bebidas que vamos ingiriendo habitualmente, se le van adhiriendo distintos tipos de bacterias que proceden fundamentalmente de dichos restos, así como de nuestra propia saliva.

Recomendaciones para evitar la aparición del sarro

Las bacterias empiezan a multiplicarse exponencialmente a medida que aumentan los restos de alimentos y bebidas que se acumulan entre nuestros dientes, por tanto es obvio que hay que evitar al máximo esta acumulación de restos.

Eso implica cepillarnos los dientes “a conciencia” después de cada comida, del mismo modo también se recomienda pasarse el hilo o seda dental entre los huecos que tenemos en los dientes al menos una vez al día.

Otra buena práctica para evitar la proliferación del sarro es enjuagarse la boca después de cada comida importante con algún colutorio recomendado por profesionales. El uso esporádico de un irrigador bucal también es una magnífica idea.

Tómate en serio al “sarro” para evitar problemas mayores

El sarro no es un problema menor ya que si no lo retiramos a tiempo éste acaba inflamando la encía y puede provocar enfermedades tan “aparatosas” como la gingivitis, de la que hemos hablando en anteriores ocasiones.

Para cualquier consulta sobre éste y otros temas odontológicos, no dudéis en contactar con cualquiera de los centros que Clínica Dental Cuadrado posee en Getafe y/o Móstoles (Madrid). ¡Estamos a vuestra entera disposición!