No nos cansamos de insistir en la importancia de visitar a nuestro dentista de confianza tan a menudo como nos sea posible, sin caer en la exageración y la paranoia, claro está. Hay un punto intermedio entre no acudir nunca al dentista y estar allí todas las semanas, ahí donde nos debemos posicionar.

Los principales expertos recomiendan ir al dentista al menos dos veces al año, o lo que es lo mismo: visitarlo una vez cada seis meses. Obviamente, habrá personas que tengan que acudir más veces y otras menos pero lo ideal es que hagamos revisiones periódicas cada cierto tiempo aunque creamos que no tenemos ningún tipo de problema con nuestra salud bucodental.

Crear este tipo de hábitos es fundamental para prevenir toda clase de enfermedades relacionadas con nuestros dientes, encías, lenguas y boca en general, incluso con el resto de nuestro cuerpo ya que no nos imaginamos la gran cantidad de ramificaciones nerviosas y relaciones directas que tiene esta parte de nuestro cuerpo con otras realmente importantes.

Es más, no se trata sólo de evitar posibles enfermedades sino también de minimizar al máximo las consecuencias de algún problema bucodental que ya estemos padeciendo de forma consciente o inconsciente. Muchos pacientes retrasan la visita al dentista y con ello sólo consiguen agravar el problema y que al final se tenga que recurrir a tratamientos más complejos y costosos.

Cuando el problema se pilla a tiempo, las soluciones son mucho más sencillas y económicas, por el contrario, si una infección se extiende por no haberlo atendido a tiempo, las consecuencias de nuestra negligencia nos pasará “factura” no sólo a nivel económico sino, más importante aún, a nivel de nuestra salud.

Veamos una serie de datos interesantes que nos ofrecen nuestros amigos del COEM (Colegio Oficial de Odontologos y Estomatologos de la Primera Región) en muchos de los informes y programas que realizan anualmente:

• Al visitar habitualmente a nuestro dentista estamos reduciendo la posibilidad de que padezcamos enfermedades cardiovasculares: así es, por ejemplo, un paciente que padezca algún tipo de enfermedad en sus encías (gingivitis, periodontitis…) tendrá entre un 25 y un 50% más de probabilidades de padecer un trastorno cardiovascular.
• También estamos disminuyendo la gravedad de enfermedades metabólicas como, por ejemplo, la diabetes: se sabe que la periodontitis no sólo puede hacernos perder piezas dentales sino también afectar negativamente al control que realiza nuestro organismo sobre el nivel de azúcar que tenemos en nuestra sangre.
• Nos ayuda a detectar de forma temprana ciertas enfermedades catalogadas como graves: cuando visitamos periódicamente a nuestro dentista, éste puede detectar todo tipo de lesiones malignas o premalignas en nuestra boca para que sean tratadas cuanto antes por un especialista. Del mismo modo, puede alertarnos de posibles enfermedades graves no sólo relacionadas con nuestra salud bucodental sino con la de todo nuestro cuerpo.
• Incrementamos nuestra calidad de vida y el tiempo de vida que nos puede quedar: puede que suene un poco “drástico” pero ya hemos visto que de realizar revisiones periódicas puede depender seriamente nuestra salud, además, nuestro dentista nos puede ayudar a solucionar otro tipo problemas bucodentales, como por ejemplo el mal aliento, o darnos prácticos consejos sobre una dieta equilibrada, cómo seguir una higiene bucal correcta, etcétera.

Existen numerosas razones para visitar a tu dentista de confianza por lo menos una vez cada seis meses sino antes y nosotros añadimos una más: cuentas con grandes profesionales como los que te ofrece la Clínica Dental Cuadrado, tu clínica de confianza en Getafe y Móstoles (Madrid).

Una clínica en la que recibirás el mejor trato posible, serás atendida por dentistas y especialistas de primer nivel y contarás con lo último en aparatología y materiales odontológicos para que vuelvas a lucir sonrisa cuanto antes. Deja de sufrir por tu boca, ven a vernos esta misma semana y conseguiremos que vuelvas a vivir una vida plena y llena de salud.